PS1 VIDEOCLASE 4

En la clase de hoy vamos a ver cosas sencillas, prácticas y muy útiles. Digamos que hoy comenzamos a trazar la linea del famoso flujo de trabajo o workflow que cada uno desarrolla cuando edita fotografías. El mío cambia un poco mientras doy este curso, simplemente porque me esfuerzo y hago especial hincapié en el uso de las paletas expandidas por ejemplo y en ese sentido, en el de cómo se disponen las cosas, cada uno de vosotros ha de encontrar su camino, su fórmula cómoda de trabajar.

Además de analizar la imagen antes de comenzar con sus correcciones y ajustes (esto lo veremos con más intensidad a partir de mañana), una de las primeras cosas que hago al abrir una fotografía en PS es enderezarla si es necesario. Después también recorto si lo considero oportuno, para reajustar la composición y siempre procurando que ese recorte sea eso: un pequeño reajuste. No te olvides de que una buena captación es el principio fundamental de una gran fotografía y de que a pesar de que en la actualidad nuestras cámaras nos regalan archivos de una gran calidad, ésta podría verse muy comprometida si realizamos un recorte agresivo sobre dicha fotografía.

Hay algo en mi flujo de trabajo que es muy personal y en lo que soy consciente de que tal vez no obre de la manera correcta. Personalmente no puedo editar una fotografía a gusto si no veo la composición. Es decir, lo lógico es editar, guardar y después si vamos a imprimir o subir a web recortar la imagen ajustando la composición a lo que deseamos o necesitamos en ese momento. Se hace en ese orden para salvaguardar la integridad de la imagen y no encontrarnos con la incapacidad de usarla con otros fines en el futuro por un problema de tamaño o formato. Yo no puedo, es superior a mi, así que tome dos decisiones importantes con mis fotografías. La primera es componer bien desde en captación y guiarme por el principio de «fill the frame» (rellena el encuadre). Me ajusto lo máximo que puedo, lo que imagino es lo que debe quedar encajado en el visor de la cámara antes de hacer clic. La segunda es ser consciente de que corro un riesgo y estar dispuesta a asumirlo: si necesito esa imagen en el futuro con otro tipo de características, recorte, etc. probablemente tendré que reeditarla de nuevo. Me ha pasado pocas veces así que creo que es un riesgo que en mi caso merece la pena correr. Ahora bien, tú debes decidir si recortas al principio o al final de tu edición porque estás diseñando tu propio flujo de trabajo. En esta clase simplemente te enseño cómo funciona la herramienta recortar.

También quiero dejarte aquí una distinta relación de aspectos de formatos fotográficos así como los tamaños de impresión* más frecuentes en fotografía y recordarte que las fotografías tienen unas determinadas proporciones no por casualidad, sino por tamaños de película/sensor, estética y lenguaje visual (regla de los tercios, espiral de Durero, número áureo, etc.) y es importante que las respetes cuando vayas a recortar una fotografía.

(*) Son los más frecuentes pero no son los únicos. Es posible imprimir en el tamaño que desees independientemente de si respeta o no la relación de aspecto original de la fotografía.

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