¿Cuantas veces habrás escuchado eso de que «los ojos son el espejo del alma», verdad?. No en vano, es a través de los ojos como nos comunicamos con mayor intensidad cuando no hay palabras de por medio. Con los ojos eres capaz de saber si tu mascota no se siente bien o si te extraño durante el tiempo que te fuiste de vacaciones. Una simple mirada es más elocuente que cualquier discurso si la emoción nos impide decir algo o si le cuentas un secreto a tu mejor amiga de forma casi telepática.
Existen varias máximas respecto a la mirada en fotografía de retrato. Una suerte de reglas que, si bien no son inquebrantables, debes tener muy en cuenta si quieres que tus retratos tengan una ejecución limpia y llegen directamente al espectador.
El centro de atención
La regla número uno, la reina de las reglas del retrato convencional, dicta que los ojos son el centro de atención y que como tal deben verse correctamente enfocados y totalmente nítidos. Para ello evita usar diafragmas excesivamente abiertos, especialmente si estás tomando fotografías de niños. Cualquier persona, incluso posando, puede moverse un poquito. Tú también sin apenas darte cuenta, así que si aún no eres muy experto con la técnica y las profundidades de campo muy cortas, no te la juegues y dispara con una apertura media (f4 o f5.6 pueden ser una elección fantástica).
Recuerda también no apurar demasiado con la velocidad de obturación. Independientemente de si estás disparando con trípode para retratar a un adulto que posa para ti, intenta en la medida de lo posible no disparar a velocidades inferiores a 1/80, 1/60 como límite. En serio ¿vas a aumentar drásticamente las posibilidades de trepidar un bonito retrato a causa de una velocidad lenta?. Si no tienes luz, búscala, ponla, sube tu ISO, pero recuerda usar una velocidad de obturación apropiada según las circunstancias.
Intenta enfocar siempre con el punto central de tu cámara. Es el más preciso de todos ópticamente hablando y te permitirá lanzar el foco a aquel lugar de la escena que tu decidas con absoluta precisión. Después solo tienes que mantenerlo y reencuadrar para finalmente realizar tu captura; no dejes en manos de tu cámara elecciones que tú mismo puedes y debes tomar. Hacer Arte, tener una visión es tomar decisiones!
Si ambos ojos no están a la misma distancia del plano focal de tu cámara, entonces enfoca siempre al ojo más cercano.
La línea de ojos
Además de esa norma que hace mención al foco y la nitidez de la mirada en retrato tenemos otra regla de oro que hace referencia a la ubicación dentro del encuadre de la línea de ojos. Puede que más veces de las que te gustaría te hayas encontrado con que la línea de ojos de tus retratos se encuentre justo en el centro del formato fotográfico. Esto es algo que debes evitar a toda costa, a no ser que, las necesidades propias del lenguaje visual te pidan que es ahí y no en otro lugar donde debes colocar la linea de ojos de un retrato. Son casos particulares y especiales ya que, generalmente, se va a entender como correcto que situemos dicha línea en el tercio superior del encuadre independientemente de si hablamos de una fotografía en formato cuadrado, retrato o paisaje.
Estos son dos pequeños consejos que te damos para mejorar tus fotografías de retrato. Técnica y composición siempre están en la base de una buena fotografía sin importar de qué disciplina en concreto estemos hablando. Si además quieres darle un plus de intensidad a la mirada en edición y postproceso, aquí te dejamos un breve video-manual con una serie de pasos muy sencillos que te ayudarán a limpiar, dar brillo y luminosidad a las miradas de tus retratos con Photoshop. Esperamos que lo disfrutes y que te sea útil.
Nosotros nos despedimos de ti por unos días, pero volveremos después de Semana Santa con las pilas recargadas con nuevas entradas en el blog y la apertura de inscripciones de los cursos de junio y julio en La Escuela. ¡¡ Que tengas feliz fin de semana y felices vacaciones!!