Volver a empezar

No sé si llegados a este punto, a vosotros también os ocurre que en más de una ocasión habéis tenido que empacar todas vuestras cosas, dejar trocitos de vida atrás y volver a empezar de nuevo. Sean virtuales o no estas cosas que empacamos, nos sumergimos en la aventura. A veces felices e ilusionados porque sabemos que comenzamos algo excitante y deseado, otras apesadumbrados porque intuimos que echaremos de menos lo que dejamos atrás, tal vez timoratos porque no sabemos muy bien a donde nos dirigimos pese a saber que debemos movernos. Empezar de nuevo no siempre es feliz o fácil y uno no sabe bien si acierta, se equivoca, si debería meter esto y aquello en la maleta o viajar solo con lo puesto.

Con TBCP a mi me ha pasado lo mismo: me cuesta mucho desprenderme de este blog. No era un negocio, no era un escaparate al mundo, no era nada por lo que tal vez mereciera la pena luchar e invertir tiempo y recursos, pero soy una ¡sentimental qué le vamos a hacer!. Nuestra Escuela de Fotografía (donde estás ahora) ha crecido mucho en los últimos años, tanto que necesitaba una casa nueva con habitaciones más grandes. Es la escuela la que se lleva la mayor parte de mi tiempo y actividad, por lo que literalmente ha engullido a TBCP en su totalidad, pero aquella cosita que nació en la planta de arriba de esta misma casa desde la que os escribo ahora, que llevó el nombre en honor de mi gata Lola a la que tantísimo echo de menos, aquella historia que me sacó de la tristeza de la crisis, del paro, del no saber muy bien qué hacer con mi vida… no se puede quedar atrás por muy nueva que sea esta etapa y por mucho comienzo que tengamos por delante. The Black Cat Photography se viene sí o sí en la maleta y la aplastaré, me subiré a ella, saltaré, la apretaré lo que sea necesario hasta que cierre y todo cuanto necesito venga conmigo esta vez. Tampoco es que nos vayamos muy lejos oiga, pero se puede decir que estamos empezando de nuevo.

Como todo en esta vida es equilibrio, me he traído hasta aquí sólo algunos post. Unos poquitos nada más, simplemente para no olvidarme de dónde vengo y de cómo empecé. Tal vez el tiempo me devore una vez más y las olas vayan borrando las últimas huellas que he ido dejando, pero no quería volver a empezar sin echar este último vistazo atrás.

Y eso es todo por ahora. Simplemente te doy la bienvenida a nuestro nuevo puesto de operaciones.