Erwin Olaf

Erwin-Olaf

No es ningún secreto que en esta casa tenemos un pedestal con nuestros fotógrafos y fotógrafas de cabecera: nuestros top. Erwin Olaf es, desde hace muchos años, un referente imprescindible para nosotros. Por su evolución, su forma de escenificar realidades alternativas y sobre todo, por su manera de comprender, idear y poner la luz en una escena. Suave, contenida y al mismo tiempo tan reveladora como contundente, la luz es el elemento visual primordial que todos destacamos cuando estamos cara a cara ante una obra del fotógrafo holandés.

Una de las experiencias más increíbles que hemos tenido la suerte de vivir este año, fue la visita a su exposición retrospectiva «Celda de Emociones» en el CAC de Málaga el pasado mes de enero. No recuerdo un día de lluvia torrencial como aquel, pero mereció la pena calarse hasta los huesos para disfrutar de fotografías tan inmensas y conocer al autor en persona en la inauguración. ¡Toda una experiencia!

 

Nota: Todas las fotografías están tomadas con el teléfono móvil.

 

 

Nacido en 1959, en Hilversum (Holanda), Erwin Olaf es un fotógrafo reconocido por su trabajo en retrato editorial, bodegones y fotografía escenográfica. Aunque gran parte de sus proyectos están relacionados con la parte más comercial y publicitaria de la fotografía, cuenta con numerosos proyectos de índole personal en los que además también utiliza medios audiovisuales.

Si tuviéramos que definir un punto de partida para la carrera de Olaf, éste sería Chessmen (1988), un proyecto con el que se presenta y gana el Young European Photographer Competition. Este es un momento en el  que los temas que suele abordar tienen que ver  muy explícitamente con el género, la sexualidad y la violencia, por lo que se pone a si mismo en el centro de todas las polémicas generando tanta admiración como rechazo desde los diversos sectores del arte. En sus comienzos es palpable el uso que realiza de la fotografía como instrumento de crítica social ante el clasismo, la doble moral y las conductas de consumo: todo aquello que la sociedad occidental contemporánea se afana en ocultar a pesar de ser la piedra angular sobre la que se asienta y construye. No deja de ser una ironía que, a medida que su carrera va evolucionando el propio sistema se fije en él para fotografiar todos esos valores que señala con sus trabajos más personales.

Al igual que otros fotógrafos y fotógrafas que hoy en día pueden ser considerados clásicos de nuestro tiempo, la factura de las imágenes de Erwin Olaf no siempre ha sido como la que actualmente conocemos. El avance de las tecnologías de captación y postproducción de imagen, así como la propia evolución personal del autor, trazan un camino que parte del fotoquímico y de la fotografía en blanco y negro hasta llegar a escenografías de una cuidadísima planificación, una perfección silente en las que el uso del color y la luz se convierten en un auténtico sello de autor.

Los referentes de Olaf son diversos y variopintos. Desde el claroscuro o la pintura del Barroco pasando por la moda o la pornografía, se extiende un amplio abanico de influencias estéticas de las que el autor se nutre sin ningún tipo de complejo. En fotografía,  sus mayores influencias han sido Robert Mapplethorpe y Helmut Newton. En esta entrevista para Vogue puedes conocer un poco mejor cómo fue su acercamiento a la fotografía, qué fue lo que finalmente le sedujo y por qué para él siempre fue mucho más importante crear sus propios mundos que ceñirse a lo que la realidad le ofrecía.

 

 

Como ves, para él es tan importante trabajar por asignación como por iniciativa propia, ya que entiende que ambos formatos no son contradictorios sino complementarios y que siempre nos enriquecemos más teniendo en cuenta polaridades y diferentes puntos de vista que repitiendo siempre el mismo sistema de trabajo. Pone el énfasis en que como fotógrafos, debemos ser libres, expresar realmente quienes somos. Solo a través de esa autenticidad podremos realmente encontrar y mostrar nuestra identidad, esa singularidad que hará que si realmente tenemos talento podamos destacar de entre la gran producción fotográfica que hoy día se está llevando a cabo a todos los niveles.

Erwin Olaf habla de toda su trayectoría comparándola con un diario personal, el el que habla de si mismo, de su propio mundo, sus sueños y sus miedos. Dice tener muchas obsesiones y que con el tiempo todas han ido cambiando con él. En la adolescencia y juventud el deseo sexual, en las décadas de los 30 a los 40 primero la ambición y después la ira y el enfado, la necesidad de cambiar el mundo. En los 50 la soledad y la espera.

 

En este vídeo de Aperture Foundation, el propio fotógrafo nos habla de «Volume II» (ISBN: 978-1-59711-298-7 / noviembre 2014), un ensayo sobre su obra reciente llevado a cabo por Francis Hodgson. Un documento interesante para conocer más a fondo cual es su proceso de creativo ante cada proyecto que comienza y que al final nos lo revela como un maestro del storytelling y la génesis de atmósferas en las que perversión y seducción son protagonistas simultáneamente.

 

 

Puedes consultar toda la obra al completo de Erwin Olaf en su web. Nosotros te dejamos, tal y como siempre hacemos al final de estos monográficos, con una selección de algunas de sus fotografías más cautivadoras a modo de audiovisual. Todo un Must, si te gusta comparte 😉

 

¡Disfruta del fin de semana!

 

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