A estas alturas de la película no engaño a nadie si digo que me divierto igual que al principio procesando fotografías con texturas a pesar de que mi relación con ellas es de tragicomedia. Y es que esto del «procesado creativo» en fotografía me ha dado tantas satisfacciones como disgustos y quebraderos de cabeza porque, si bien es cierto que actualmente mi flujo de trabajo es mucho más limpio, conciso y digamos que orientado a lo profesional, yo comencé a dar mis primeros pasos con Photoshop como todo hijo de vecino: guarreando mucho y de forma 100% autodidacta.
Cuando descubrí las texturas me volví loca, tarumba perdida. No hacía otra cosa que descargarlas de un sitio y otro y pasarme las horas muertas jugando con ellas, probando modos de fusión, leyendo tutoriales… hasta que un día decidí hacer mis propias texturas y compartirlas con los demás. Mas o menos, así nació hace mucho tiempo ya, The Black Cat Photography (¡¡que levante la mano quien se acuerde de esta batallita!!). El caso es que desde entonces tuve tanto disfrute y reconocimiento como críticas talibanescas sobre qué se podía hacer y qué no en la fase de postproceso de una fotografía.
Muchas cosas han cambiado en mi forma de ver y entender la Fotografía desde entonces, pero a día de hoy sigo pensando exactamente igual respecto a las texturas o cualquier otro tipo de procesado creativo: lleva tus fotografías a donde tu corazón te ordene. Parece un poco de película rosa o culebrón televisivo, pero es que es así. Mejor o peor, más o menos profesional, tienes que hacer lo que realmente te guste y explorar ese camino hasta haber sondeado todas sus posibilidades. Aquí no se trata de exponer en el MOMA o de ser un «artista visual» de moda. No, no, nada de eso. Se trata de ser feliz y disfrutar con lo que uno hace. Estoy segura de que en ese camino en que uno abre su mentalidad a todo lo que la Fotografía o cualquier otro medio de expresión artística le ofrece aprende más cosas de las que imagina. Por seguro que muchas más que aquellos que decidieron quedarse sentados en el mismo sitio de siempre consagrando estoicamente la hostia bendita de lo que ellos llaman «la fotografía de verdad». Cómo si alguna lo fuera ¿no?
En fin, toooodo este rollo simplemente para compartir contigo (¡exactamente!) otra textura más. Se trata de una textura de lienzo que tú mismo puedes fabricar en tu casa con un trozo de tela vaquera y un papel arrugado. Puedes fotografiar ambas cosas o directamente pasarlas por escaner. Con las imágenes obtenidas ya en photoshop, basta con unirlas, ajustar niveles, curvas e invertir la imagen para que quede una especie de negativo. Puedes conservar el color o desaturarlo y también añadir rayas, arañazos, ruido o una viñeta. A mi me gusta hacerlo todo en modo neutro, desechando la información de color, para que después éste permanezca más o menos inalterado en la fotografía sobre la que voy a aplicar la textura.
Revelo y proceso la imagen tal como lo haría sin textura y después la aplico dos veces. Lo hago arrastrando la textura sobre la imagen para luego duplicarla pulsando CMD+J. La primera capa la fusiono en modo Luz Suave y la segunda en modo Trama. El resto es cuestión de ir variando las opacidades para obtener el efecto deseado.
A veces puede ser conveniente remover o atenuar la textura en algunas zonas de la fotografía mediante máscaras de capa y uso de pinceles. En este caso a mi me gusta que toda la fotografía quede impregnada de esta estética pictorica, así que no he borrado nada. Y este es el resultado:
Puedes probarlo tú mismo con cualquiera de tus fotografías (en algunas quedará mejor que en otras, con el tiempo sabrás acertar a la primera), simplemente descarga la textura y sigue las recomendaciones que te he dado. Si quieres compartir el resultado en Facebook o Instagram y quieres que lo veamos, solo tienes que usar el hashtag #escuelaencandilarte.
Eso es todo, disfruta del fin de semana y ya sabes, haz siempre aquello que ames y que te apetezca hacer, sigue los dictados del corazón sin importar lo que los demás opinen. En fotografía… y en todo lo demás también 😉