Si la vida te da limones…

Hay veces (muchas veces) en las que una va de culo a todas partes. En las que nada, absolutamente nada sale como se ha planeado, en las que el tiempo se agota y salta la alarma nuclear, en las que vas del derecho hasta que en el último momento las cosas se vuelven completamente del revés, en las que todo apunta que ganarás la partida hasta que finalmente te das en primerísimo primer plano con la decepción en los dientes. Un zas en toda la boca de libro. Afrontémoslo: estas cosas pasan.

Tenía programado publicar esta entrada mañana, pero los acontecimientos del día de hoy y mi estado de ánimo al respecto me encajan a la perfección con este recurso que ahora comparto contigo. No quiero perder nunca el sentido del humor aunque esté a un pique de convertirme en hormonadora especialista de un circo de enanos.

Cuando las cosas vienen torcidas mejor relajarse, respirar hondo y dejar que el mal rato pase, así que si la vida te da limones haz como yo y tómate una limonada. Échale mucha miel, que eso ayuda bastante. Y sonrie, que al final todo pasa y se coloca en su sitio (… ¡o eso espero!).

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¡Nos vemos!