Uta Barth

Uta Barth encandilarteCada día que despierto sé que me puede estar esperando un nuevo descubrimiento. Cuando empecé a tomarme en serio esto de la fotografía, supongo que como todo el mundo que alguna vez se ha planteado esta cuestión, sondeé la red durante mucho tiempo armada con libreta y boli con el fin conocer un poco más de eso tan moderno que los entendidos llaman Fotografía Contemporánea. Pronto empecé a toparme con los primeros muros, esos que alza la propia ignorancia de una, y llegan momentos en los que no se sabe de que hilo tirar o cómo darle más velocidad a un viaje que sí, es enriquecedor, pero sumamente lento… ¡ah el aprendizaje autodidacta!

Con esas dudas y ese «no saber cómo», desconociendo por completo cualquier metodología de búsqueda y análisis llegaba yo a la educación reglada pensando que una vez terminara mi aventura de dos años en la Escuela de Arte volvería al lugar de inicio sabiendo un poco más, pero con las mismas limitaciones. Claro, una vez que desaparece la figura del profesor que te lleva, te guía y te descubre… ¿volvemos a estar en las mismas?. En mi caso afortunadamente no ha sido así. Cada día es una nueva oportunidad de aprender cosas que no sabes, conocer autores de los que simplemente (fuera rubores) ni siquiera habías oído hablar. Lo que yo no sabía es que cuando comienzas el viaje del aprendizaje con pasión, una nunca vuelve al lugar donde comenzó. Es un camino infinito que nunca se acaba y resulta reconfortante saber que jamás vas a dejar de aprender.

Bueno, pues en esas estaba yo hace unos meses tranquilamente sondeando esos mundos de Internet cuando me encontré con un newsletter de Photography Now que me llevaba directamente a la obra de Uta Barth, berlinesa, afincada en California desde la adolescencia. No sé por qué pero la fotografía de factura alemana me entra por la pupila con una gracia especial y me bastó con indagar un poquito nada más en los fundamentos teóricos que abrazan la fotografía de Barth para darme cuenta de que es así por algo. Por su reflexividad, por cómo entienden el acto de ver como percepción, casi casi como fisiología. Lo realmente interesante de su obra es que no encuentras en ella un tema especifico sino simplemente un registro del ambiente, de lo no importante y efímero. En sus fotografías observarás un exquisito análisis de la luz, y te encontrarás con escenas tan cotidianas como familiares para ti. Es una sensación de dejá-vú, de algo que está en tu conciencia ya. El fin que persigue la obra de Uta Barth es simplemente que sus espectadores nos demos cuenta de la necesidad real que existe de prestar más atención a nuestra propia conciencia perceptiva. Ella misma te lo explica aquí:

 

Uta Barth no dispone de una web personal o al menos yo no he conseguido rastrearla, pero sí he encontrado enlaces interesantes como esta entrevista que le realizaron en un diario español en mayo de 2012 en relación a su exposición (PHE) en la Galería Elvira González de Madrid. Otro resultado de búsqueda que puedes encontrar atractivo es esta colección de entradas de tumblr con el tag Uta Barth. También puedes seguir mi tablero en pinterest dedicado a esta interesantísima fotógrafa haciendo clic aquí.

Me despido con este vídeo que recoge sus fotografías más significativas o al menos las que a mi me han parecido más bellas y cautivadoras. Observarás que muchas están tomadas en los mismos emplazamientos y es que el lugar favorito de Uta Barth para observar y fotografiar la luz es su propia casa en distintos momentos del día. Espero que ejerzan sobre ti la misma magia que sobre mi, disfrútalas!

2 Comentarios
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  • Bea, estas recopilaciones que compartes son sumamente bellas. Eres muy generosa en todos los aspectos que conozco. Y gracias por tus palabras siempre de aliento. Aunque ya lo sepa, cuando una referente para ti, te cuenta que los viajes son lentos, una sonrisa de esperanza se esboza por Valencia :)ResponderCancelar

    • Hola Pilar :)
      Gracias por tomarte unos segundos y dejar un comentario. Ten por seguro que sí, esos viajes son lentos de solemnidad, solitarios y a veces desesperantes, pero muy enriquecedores. El aprendizaje autodidacta tiene contras considerables, pero lo que aprendes por tu propio descubrimiento queda grabado bajo la piel, se te mete en el ADN así que… bueno, siempre es interesante dejar un porcentaje de lo que aprendes en manos de tu propia curiosidad no?. Un beso.ResponderCancelar

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